viernes, 16 de noviembre de 2007

ERARIO DE MUESTRAS




Los poetas tenemos nuestro amor de toda la vida, ese amor que muchas veces nos lleva arrastrándonos por los escabrosos caminos o las inmensas llanuras; luego en pequeño descanso, les robamos un beso de sus dulces labios o les lamemos los pies. Willam Shaquespeare tuvo a Beatriz; Quijote amó a Dulcinea; César Vallejo a su dulce y andina Rita de junco y capulí; Mariano Melgar canta a su querendona Silvia y hoy conozco a José Córdova Julca, quien le sigue cantando a su ingrata Eugenia fuente de su dolor porque a través de sus dedos destila gotas de versos al pañuelo de sus consuelos.

MORADA DE AMOR

X
Cuántos
al rosal de mis ensueños
arrojaron piedras!

Cuántos
en la pared del olvido
clavaron mi corazón!

XI
¡Amo
la blancura de tu piel!,
¡la tersura de tus labios!,
¡el candor de tu mirada!,
¡el ritmo de tus pasos!,
¡el sollozo de tu alma!,
¡la inmortalidad de tu bendito amor!

XII
Oh! noche lluviosa y fría!
Oh! amor que engaña!
Piedad ansío para mi lama!
Piedada ansío para mi sueño!.

Oh! ingratitud del amigo!
Oh! miseria que tumba!
¡Piedad ansío en mi calvario!
¡Piedad ansío para morir!.

José Córdova Julca.

José Córdova Julca
Nació en la ciudad de Cerro de Pasco el 04 de Febrero de 1925. hijo de Julio Córdova Puente y Luisa Julia Espinoza. La primaria y una secundaria incompleta lo realizó en la ciudad de Tarma. Ha publicado “Alba Naciente” , “El cholo Guillermo”, “Palabras de un Tarmeño”, “Mi ofrenda a Tarma”, y otros trabajos.

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Si no fuera por la Palabra, por la Bendita palabra, nosotros fuéramos cometas o papeles flotando en la nada. Entonces una forma de vestirnos y cubrir nuestra mísera desnudez es a través de la Palabra, jugar con la Palabra, hacernos Creadores de la Palabra. Ahora, si nos encaminamos por la historia, descubrimos -como Cristóbal Colón- (la Palabra) es la única que nos invita a amarnos como tales.
Al leer los versos del poeta Teodoro Morales nos introducimos en el mundo infantil y jugamos con las Musas y las Hadas del verbo a la pega, ora a las escondidas por tras de sillones donde descansan las ancianos del viento y el sosiego, y entre tanto, el susto nos cuenta hasta cien y quizás a más…luego saltamos una sonrisa de ampay.


BALADA A LA ENSEÑANZA

Su causa tiene nombre
Es el ABC
lo
que
combate la ignorancia;
también
los números
que
multiplican
la canción de los sumandos.

Su causa tiene nombre
tiene
un corazón grande
¿su causa?
ES EL HOMBRE.

LA PEGA
Los niños corren / se escabullen,
uno trata de alcanzar a todos
todos corean traviesos “la lleva”.
El que la persigue
no quiere llevar aquella “mancha”.
Corren aquí, allá… todos corren,
hasta que, por fin, a uno alcanza
jubiloso / victorioso grita la pega
y corre… para que no lo alcancen.
todos escapan / oh, loco jolgorio.
uno vá detrás lleva “la mabcha”.

LA RONDA
Niños / niñas: hay que jugar
tómense –todos- de las manos
cierren un gran círculo
echen su imaginación a volar
giren cantando una canción:
Pregunten: ¿Lobo estás, lobo
estás?.
El … también está danzando.
¿Quién no lo escucha reír?
La vida contigo está girando
es la alegría de toda ronda
giren, giren, hasta no poder
más.

BALADA A UN SILLON
No es una silla,
ni una banca;
es
solo, un sillón.
El abuelo
balanceaba
cansancios
en él;
y / a
cada movimiento,
volvía
el tiempo atrás,
renaciendo
en su edad;
todos,
casi todos,
(con el tiempo),
terminan
balanceándose
en
un sillón.

LA ESCONDIDA
Los niños quieren hoy jugar:
esta vez será “la escondida”.

uno tiene que contar hasta
cincuenta o cien
uno, dos, tres …va contando
todos corren, para esconderse
cuarenta y nueve, cincuenta, cien
y se echa luego a buscar
encuentra a uno, dos … tres,
encuentra a otro, otro y otro
encuentra a los demás: ampay.

¿Cuántas veces tú has contado
para echarte -luego- a buscar?
¿Cuántas veces te escondiste?
¿Cuántas veces te encontraron?

Teodoro José Morales de la Cruz. Nació en Tarma el 9 de Noviembre de 1942. Escritor y poeta. Ha publicado entre otros “Diario Conflictivo de Clases” (1974), “Elegía a la Paz Violenta”(1975), “En Memoria de la Suerte”(1976), “Imágenes para el album de una niña llamada Soledad”; “Encantamientos”(1999).


SER SIN CAMINO
Eres como una sombra,
estás muy cerca de mi
te miro y me sonríes
como quien me cuida.

Me vuelvo a verte,
te abrazo fuertemente
¡No eres sombra sino calor!
Quisiera no soltarte….

El camino está terminando ya,
tengo que dejarte
para quedarme con el mío
siempre mirando a mi Padre Celestial.

Amor frágil y reluciente,
te vas sin decirme nada
me quedo con los labios sedientos
mientras mi cuerpo guarda su dolor.

Tan solo con una lágrima
quiero despedirme de tu amor,
siento que abrí tu corazón
ocasionando nostalgia.

Mientras me alejo,
hasta cuando sea una mañana,
como enero blanquecino
y siempre… me acompañarás…

Sabilia
Juana J. Pacahuala Contreras
Enamorado y galán de los viajes al trabajo disfruta del paisaje, testigo fiel de las flores enamoradas de su picaflor nos ofrece unos versos rítmicos y de arte menor, amigo y poeta que nos invita a la reflexión cotidiana de la vida.
Si nos adentramos un poco más en la lectura encontramos rasgos psicológicos de la mujer tarmeña en su afán de soportar al picaflor. A mi modo de ver hay emparentamiento de estilo con el poeta
Manuel Ibáñez Rosazza cuando éste se inspira en las flores y pájaros de Cajamarca.

EL PICAFLOR

A veces es bohemio, otras
trovador y conquistador,
pero nunca es un perdedor
es la fama de ser picaflor.

Posando de flor en flor
sacia su exquisito paladar,
la vida es una bella flor
para el cariñoso picaflor.

Las flores son mis amores
dice en su melodioso trinar,
rosas, margaritas y alhelíes
te aman con locura picaflor.

Atraído por aromas de la flor
cegado de la gracia de su color,
bebe el néctar de la bella flor
insaciable afortunado picaflor.

No enciende la llama del amor
si no hay flor, si no hay picaflor,
muere toda vocación de placer
culto al divino Dios del amor.

Palidece de la flor su color
ante la caricia de su adulador,
el jardín para que flores da
sino tiene a su dulce picaflor.

Títulos y nombres no emocionan
sobra y basta con ser picaflor,
coronado con pétalos áureos está
matizado con aromas de ternura.

A veces poeta, a veces cantor,
zalamero y muy enamorador
así es el incomparable picaflor,
como el ave fénix del amor.

Los ruiseñores y zorzales
prisioneros por imitarles están,
de la savia flor es su corazón
jamás sabe con odios tratar.

No hay edén sin amor de picaflor,
ni se rinde culto a la diosa belleza.
Es muy buena razón para la flor
brindar sus encantos a su admirador.

Zenón Pedro Rosales Alania


RESUMIENDO
Bajo el cielo y el mar
la humedad de tus labios
es como la fresca noche
He descifrado
cada pentagrama de mi amor
Te amaré
bajo la cascada con sus gotas de cristal
o
sobre la arena de los desiertos
hasta en las más diminutas cenizas
hallé carbones encendidos
Resumiendo
las ligeras páginas de mi amor, diría:
que entre tú
y
el cielo no dista más que un beso ligero
Los silbidos del viento
me traen tu rostro que
no es más que una constante,
he de inclinarme
para mirarlo entre las frondosas palmeras
Al amanecer
los indiopishgos entonan a viva voz melodiosas oraciones
y entre tanto
por los roquedales descienden los abrasadores rayos del sol
Amor
las distancias ya no serán más distancias
Te amaré bajo la lluvia
bajo la luna
bajo el dolor causado por el tiempo.

Alicia Vilela Velásquez
Poetisa nacida en la ciudad de Celendín (Cajamarca) en el año de 1970.

GRAFIAS DEL SILENCIO
Hermoso es ver
que en ti
nacen las palabras eternas
Y
que los sentimientos
son tridimensionales
Que
con el viento
alegres danzan
batiendo pañuelos de oropel

Curiosos romanceros
viste
y
maquilla la esperanza
Lloramos abrazados del tiempo
iniciando la travesía
del canto en la victoria
Naufrago y somnoliento
descanso cristalizado
en la catarata de tus pestañas
y
tu cuerpo vestido de silencio.

TU
En el danzar del árbol
viene tu voz
El chasquido de las hojas
me traen tus pasos

Y
los surcos humanos
la fecundidad de tus caricias
La naciente moneda
tu quebrada sonrisa
génesis de mi existencia.

Gualberto Cruzado Leyva
Poeta nacido en la ciudad de Celendín (Cajamarca) en el año de 1967.
Obras Publicadas: “Si el viento compone su triste melodía”, “Preludio al viento”, “Lorito vegetal”.
Obras Inéditas: “Grafías del silencio”, “Buscando mi lugar en tus ojos”, “Desde la ribera”, “Las miradas”

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